Otro día más de mayo en el que esto parece una laguna nada mas que regatos corriendo por la tierra. Al menos hoy no llueve y el sol calienta de nuevo. Las vacas pastan con zancos porque apenas hay sitio en el que no se hundan. Ha sido mucha el agua que ha caído se calcula entre ciento cuarenta y ciento sesenta en esta semana pasada. Hay bastantes zonas en las que apenas se puede andar y muchas otras en las que los vehiculos se hunden hasta las puertas. El cebadero parece una piscina no se si echarle de comer o darle una lancha neumática para que salgan de la nave que gracias a que tienen la nave que sino no podrían estar allí. Como siempre el toro metido en las tamujas y escondiéndose como un jabalí. Además falta mi brazo derecho el Capitán que las maneja el solo casi sin decirle nada. El pobre cojea de una mano no estoy seguro si se haya clavado algo porque no me deja mirar y se cabrea. La leona ya hay que encerrarla porque no se esta quieta y al ser tan pequeña no se puede dejar salir ya que las vacas la pueden matar.
Pues así se dice por aquí, que los días de agua o se esta en la cantina o se esta en la fragua, como no hay perras para cantina, ni hierros que soldar, tendremos que seguir con la rutina. Alrededor de las ocho ya mi cuerpo comenzó a despertarse, no con muchas ganas de trabajar, pero si que había que hacerlo. Hoy tocaba ganado menor, aunque es menor también tiene su trabajo. Apenas he llegado a la finca lo primero ir a revisar las tres ovejas y ver si por gracia del espíritu santo ya me han parido. Todos me dicen que están demasiado gordas y por eso no quedan preñadas, otros que el carnero se ha hermanado con ella y no las cubre, la verdad es que yo no se mucho de esto. Por esto avisamos a un amigo pastor, quien me dio las borregas para que yo las fuera criando. Al parecer dice que están preñadas, de seguro una de ellas, de las otras dos parece que desconfía un poco. Yo ta había tomado medidas y aparte el carnero haber si se encela mas y así cuando se lo eche va mas potent
Comentarios
Publicar un comentario