Tras la larga temporada de calor que hemos tenido, esta semana por fin ha refrescado, las temperaturas diurnas no suelen superar los treinta grados y las nocturnas los veinte. Ya tenemos encerrado la gran mayoría de los sementales en el cebadero, los hemos desparasitado y comida a discreción para ponerlos gordos. Tan solo nos queda uno en la cerca de abajo que esta semana que viene lo subiremos al cebadero, para que reponga kilos, ya que en unos meses deben cubrir de nuevo a las vacas. Esta mañana hemos vacunado a los cerdos de mal rojo, espero que tengamos mas suerte que el año pasado y no se muera ninguno porque están demasiado gordos ya. Los terneros del cebadero van creciendo como nunca, tras las dos bajas de la semana pasada, una esperada y la otra no. En cuanto a las ovejas ya tengo a barrancas parida con una hembra, parece mentira que una oveja tan chica y que tenga una ubre como una vaca suiza. El resto parirán en unos días, no han de demorarse. Por lo demás hay pocos cambios.
Pues así se dice por aquí, que los días de agua o se esta en la cantina o se esta en la fragua, como no hay perras para cantina, ni hierros que soldar, tendremos que seguir con la rutina. Alrededor de las ocho ya mi cuerpo comenzó a despertarse, no con muchas ganas de trabajar, pero si que había que hacerlo. Hoy tocaba ganado menor, aunque es menor también tiene su trabajo. Apenas he llegado a la finca lo primero ir a revisar las tres ovejas y ver si por gracia del espíritu santo ya me han parido. Todos me dicen que están demasiado gordas y por eso no quedan preñadas, otros que el carnero se ha hermanado con ella y no las cubre, la verdad es que yo no se mucho de esto. Por esto avisamos a un amigo pastor, quien me dio las borregas para que yo las fuera criando. Al parecer dice que están preñadas, de seguro una de ellas, de las otras dos parece que desconfía un poco. Yo ta había tomado medidas y aparte el carnero haber si se encela mas y así cuando se lo eche va mas potent
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