Esta semana tenemos algunos cambios, tenemos que decir que tenemos dos nuevos nacimientos, un borrego y un becerro. La verdad es que no nos podemos quejar, esperemos que siga la racha. El tiempo esta un poco frió, no sabemos si seguirá lloviendo o nos dejara sembrar en la otra finca. Hemos movido una parte de la tierra, pero la tuvimos que dejar por lluvia. El tiempo del heno se esta acercando y debería de estar casi sembrado, esperemos que nos de una tregua y podamos sembrarlo. En cuanto a los animales no hay mas cambios, los marranos siguen su marcha, ya la mayoría de los días no les echamos de comer, se buscan la vida, mas bien no nos piden que le echemos. También hemos tenido una baja, la de la vieja, la verdad es que era de esperar, un animal con tantos años, que ya ni dientes le debían de quedar, por mucho que la hemos querido cuidar, ella no se dejaba.
Pues así se dice por aquí, que los días de agua o se esta en la cantina o se esta en la fragua, como no hay perras para cantina, ni hierros que soldar, tendremos que seguir con la rutina. Alrededor de las ocho ya mi cuerpo comenzó a despertarse, no con muchas ganas de trabajar, pero si que había que hacerlo. Hoy tocaba ganado menor, aunque es menor también tiene su trabajo. Apenas he llegado a la finca lo primero ir a revisar las tres ovejas y ver si por gracia del espíritu santo ya me han parido. Todos me dicen que están demasiado gordas y por eso no quedan preñadas, otros que el carnero se ha hermanado con ella y no las cubre, la verdad es que yo no se mucho de esto. Por esto avisamos a un amigo pastor, quien me dio las borregas para que yo las fuera criando. Al parecer dice que están preñadas, de seguro una de ellas, de las otras dos parece que desconfía un poco. Yo ta había tomado medidas y aparte el carnero haber si se encela mas y así cuando se lo eche va mas potent
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