Semana de primavera seca, apenas se han mojado los campos, la verdad es que cinco o seis litros como ha sido el invierno no nos adelanta nada. Comprobamos la charca y tiene menos agua hoy que en el mes de septiembre cuando la limpiamos y estamos rondando el mes de marzo. Comenzamos a echar algo de nitrógeno a la cebada, pero la verdad como dice mi hermano de seguir el tiempo así es dinero tirado. Los animales están bien, media piara de vacas comiendo la avena en la siembra, la otra mitad en una cerca en la que si hubiese llovido las tendría enterrada en hierva y las ovejas raspando en vez de no verse entre la pradera, pero el año es asi. Los marranos los hemos tenido que encerrar, el lunes estaban fuera, asi que esperaremos unos cuantos días para que los podamos soltar a la cerca de nuevo, porque encerrados se comen a dios por los pies. Las gallinas en los dias que llevan no han puesto ninguno, han crecido, comen como unas limas pero no hay huevos en los ponederos.
Pues así se dice por aquí, que los días de agua o se esta en la cantina o se esta en la fragua, como no hay perras para cantina, ni hierros que soldar, tendremos que seguir con la rutina. Alrededor de las ocho ya mi cuerpo comenzó a despertarse, no con muchas ganas de trabajar, pero si que había que hacerlo. Hoy tocaba ganado menor, aunque es menor también tiene su trabajo. Apenas he llegado a la finca lo primero ir a revisar las tres ovejas y ver si por gracia del espíritu santo ya me han parido. Todos me dicen que están demasiado gordas y por eso no quedan preñadas, otros que el carnero se ha hermanado con ella y no las cubre, la verdad es que yo no se mucho de esto. Por esto avisamos a un amigo pastor, quien me dio las borregas para que yo las fuera criando. Al parecer dice que están preñadas, de seguro una de ellas, de las otras dos parece que desconfía un poco. Yo ta había tomado medidas y aparte el carnero haber si se encela mas y así cuando se lo eche va mas potent
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