Por fin el otoño es otoño, al menos ya tenemos agua para que beba el ganado en los charcos. Esta semana ha sido intenta, largos días y de temperaturas suaves. El calor prácticamente nos ha abandonado y eso hace sentir mejor al ganado. Esta semana ha tocado la revacunacion del mal rojo de los cerdos, con eso solo le falta desparasitarlos y anillarlos para que no labren todos los valles. Hemos limpiado el charco de la cerca de abajo y entre lo que ha manado y el agua que ha llovido tenemos agua al menos para medio mes, agua limpia y buena. El pozo de abajo ha bajado bastante ya le cuesta recuperarse, pero si sigue el tiempo fresco y llueve de vez en cuando aguantaremos esta temporada. Esta semana no ha habido nada destacable en el ganado, aun siguen sin parir las ovejas ni las vacas, esperemos que ya en esta semana que entre comencemos a tener nacimientos.
Pues así se dice por aquí, que los días de agua o se esta en la cantina o se esta en la fragua, como no hay perras para cantina, ni hierros que soldar, tendremos que seguir con la rutina. Alrededor de las ocho ya mi cuerpo comenzó a despertarse, no con muchas ganas de trabajar, pero si que había que hacerlo. Hoy tocaba ganado menor, aunque es menor también tiene su trabajo. Apenas he llegado a la finca lo primero ir a revisar las tres ovejas y ver si por gracia del espíritu santo ya me han parido. Todos me dicen que están demasiado gordas y por eso no quedan preñadas, otros que el carnero se ha hermanado con ella y no las cubre, la verdad es que yo no se mucho de esto. Por esto avisamos a un amigo pastor, quien me dio las borregas para que yo las fuera criando. Al parecer dice que están preñadas, de seguro una de ellas, de las otras dos parece que desconfía un poco. Yo ta había tomado medidas y aparte el carnero haber si se encela mas y así cuando se lo eche va mas potent
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