Llego el sábado, para muchos el fin de semana ha llegado, para mi es un dia mas que hay que trabajar. Apenas son las ocho y media cuando ya estoy saliendo de casa camino de la finca, al parecer esta saliendo el sol y no se ven nubes, sin embargo el tiempo pone agua. Nada mas llegar al camino comprobamos que hay un gran oreo en la tierra, eso significa que lloverá, al menos eso dicen los antiguos.
Hemos llegado, nos hemos cambiado y lo primero como siempre atender a los mellizos, a ese pozo sin fondo que aun llevando toda la noche comiendo paja de la tolva se ha levantado con hambre. Ha sido una noche de agua, así que nos toca cambiar la paja de las camas de los becerros, para que hoy puedan dormir en los seco, vemos si hay alguna posibilidad de sacar al toro del corral, echarlo a algún lugar donde sin romper las alambres pueda dormir en lo seco. A ultima hora decidimos dejarlo ahí, quizás rompa las alambres si lo sacamos y cubra las vacas que no sean nuestras.
Cargamos el heno en el remolque y revisamos por si alguna vaca esta parida o de parto, al parecer nada nuevo. Echamos de comer y proseguimos con el corte, hoy tocaba destaramar y sacar algo de leña. Sin embargo hay pocos palos y mucha tarama. Las vacas terminaron de comer el heno y al sentir las motosierras se vienen donde estábamos. Creen que se les esta cortando rama, pero aun tienen de días pasados que no han aprovechado.
Ya son las dos, que corto se hace el tiempo con la maquina en la mano, por fin termina el largo día. Una semana mas que damos casi por concluida, porque mañana sera un nuevo día y no sabemos que nos traerá.
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